En pleno corazón de Cimadevilla, precioso y típico barrio de pescadores de Gijón, se encuentra esta vivienda situada en una segunda planta. Aquí, donde las calles estrechas serpentean entre casas centenarias, se abre una oportunidad única para quienes buscan un piso con encanto.
La vivienda, enclavada en un edificio de 1910 con sólo un vecino por planta y cuatro alturas en total, conserva el alma de lo antiguo con todo el potencial de una buena reforma. Sus tres habitaciones ofrecen múltiples posibilidades de distribución, y aunque actualmente cuenta con un baño, originalmente fueron dos, lo que facilita recuperar ese espacio si se desea.
La cocina, amplia y luminosa, se encuentra al fondo de la casa. El salón, con su pequeño balcón soleado, se asoma a una encantadora plaza, igual que la habitación principal. El sol de la tarde lo baña todo con una calidez que invita a quedarse y hace que estas estancias sean muy agradables. Además está muy próximo al puerto donde se puede bajar a dar un paso al igual que caminar hasta la Playa de San Lorenzo, que está a solo unos pasos.
Se trata de una segunda planta sin ascensor, ideal para quienes valoran las casas con historia y no temen subir unos escalones a cambio de autenticidad. El agua caliente y la calefacción son eléctricas, y los gastos de comunidad son de solo 35 euros al mes.
Esta es más que una vivienda. Es una manera de vivir dentro de Cimadevilla.
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