Entre un campo de Golf de 18 hoyos y un Balneario, a 8 kilómetros de Oviedo, se encuentra el Palacio del Marqués de Sta. Cruz de Marcenado.
En mitad de una finca de más de 15 hectáreas, de las que más de cinco hectáreas corresponden a un bosque centenario. Además de la edificación palaciega, la cual lleva 21 generaciones en manos de la misma familia, existen almacenes, viejas y amplias caballerizas y capilla adosada y otras edificaciones menores destinadas a vivienda de servicio y guarda de aperos.
La edificación principal es una construcción destinada a vivienda y cuadras, convertidas posteriormente en cocheras. Se trata de un modelo típico de edificación palaciega de la llamada “arquitectura civil renacentista”, en la que está datado el inicio de su construcción y, más concretamente y dadas sus características, podría ser un estilo “herreriano”, caracterizado por el predominio de los elementos constructivos, la ausencia decorativa, las líneas rectas y los volúmenes cúbicos, además de elementos físicos que se aprecian como amplios sillares en los suelos de la cocina o el arco de medio punto en el portal.
La edificación, que conserva gran parte de sus elementos originales, posee un cerramiento de piedra de mampostería enfoscada en blanco y remates con sillería en esquinales y ventanas. En el caso de la puerta principal de acceso a primera planta, se remata el vano con arco de medio punto con impostas.
La carpintería exterior permanece en buen estado, formada por ventanas de varias medidas, algunas de ellas balconeras, con antepechos forjados o de madera según la estancia. La galería principal, sobre el porche y sujeta por pilares de madera se configuró a partir de un corredor y se cerró con madera y cristal. Las puertas principales son de madera maciza, en algunos casos estilo rústico, en buen estado para su antigüedad.
La vivienda posee luz natural en todas sus estancias principales.
La vista es espectacular por su singular posición, en lo alto de una colina en mitad de un valle.
La parcela posee unos 142.000 m² y consta de dos partes diferenciadas: una ajardinada, junto a edificación principal y cuadra, cerrada de muro de piedra de mampostería de unos 3 m de alto. El resto, también cerrada de muro de piedra, constituyen Prados y, al Sur, zona boscosa considerada Monte Bajo. Se accede por gran puerta de forja de doble hoja situada en el vértice Norte, desde el núcleo rural de La Piñera, mediante un camino que conduce a la zona residencial.Está integrada en suelo no urbanizable de Núcleo Rural de Interés, de Especial Protección y Disperso. Al estar catalogada, no es susceptible actualmente de segregación pero está no sería complicada conseguirla ya que posee zonas edificables.
En la parcela se sitúan, además, las siguientes edificaciones:
Se llega a la propiedad por la carretera de Grado-Oviedo (N-634), tomando la desviación hacia Las Caldas, de la que dista unos 500 metros a través de vía asfaltada en buen estado (Crta. AS-222), que la comunica a su vez con Puerto y Soto de Ribera. Existe una distancia al enlace de Autovía A-66 de unos 4 kms. Las playas se encuentran a unos 30 minutos en coche.
Se comunica con Oviedo también a través de Autobús Urbano (parada a unos 200 metros de la propiedad) y de Ferrocarril FEVE (apeadero situado en Las Caldas, a unos 1.500 metros).
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